Las familias de fe evangélica que viven en los Altos de Chiapas continúan sufriendo abusos, por parte de los caciques católicos tradicionalistas, por defender su libertad de culto.
SIN ELECTRICIDAD NI AGUA Dieciocho familias del municipio de Zinacantán, se quedaron sin servicios de
energía eléctrica y agua después que uno de los agentes municipales liderara un grupo de tradicionalistas que les cortó los suministros.
Es, una vez más, una represalia contra las familias evangélicas, por negarse a cooperar para las celebraciones católicas. Tampoco han aceptado cargos en estos festejos. Pero los abusos no sólo son contra evangélicos, sino que afectan también a otras 15 familias católicas, por apoyar a sus vecinos evangélicos. Estos últimos, no están de acuerdo en que la autoridad pretenda obligarlos a participar en cultos ajenos a sus propias creencias.
Por otra parte, en el municipio de San Cristóbal de Las Casas (la comunidad Buena Vista), dos familias han solicitado la intervención de las autoridades estatales para evitar que se sigan violando sus derechos constitucionales. El pastor evangélico Abdías Tovilla ha denunciado que el corte de la electricidad y del suministro de agua a los domicilios de otras familias evangélicas en este municipio, fue apoyado también por agentes municipales.
IMPIDEN LEVANTAR TEMPLO EVANGÉLICO En Ixmiquilpan, Hidalgo, decenas de personas de las comunidades Cantinela, Dios Padre y Valente impidieron que un grupo de cristianos evangélicos construyera un templo en el cerro conocido como El Candhó, argumentando que están en litigio con ellos. Los hechos sucedieron el pasado 1 de marzo, cuando evangélicos llegaron al cerro a colocar lo que sería la primera piedra de su iglesia.
No había transcurrido mucho tiempo cuando se presentaron decenas de personas provenientes de las tres comunidades mencionadas, quienes les informaron que no podían llevar a cabo esa acción porque el terreno está sometido a un proceso penal por despojo. Los hermanos Gabriel, Rolando y Rufino, de apellidos Chavarría Torres, identificados como evangélicos, les manifestaron ser los legítimos dueños del terreno. Sin embargo, hubo quienes los contradijeron y respondieron que los propietarios son otros.
La tensión imperó en todo momento, pero sin originar enfrentamientos. Alertadas las corporaciones policiacas y gubernamentales, tanto del estado como del municipio, acudieron patrullas a al lugar del conflicto.
Personal de Gobernación de Ixmiquilpan dialogó con ambas partes, convocándolas a reunirse, mañana, en las oficinas de Gobernación, delegación Ixmiquilpan, a fin de llegar a un acuerdo.
El trasfondo es el mismo que en casos similares de intolerancia, persecución y violencia contra los evangélicos: se les impide o castiga por el simple hecho de pensar y creer diferente a los caciques y grupos tradicionalistas católicos de la zona. En unas ocasiones por la fuerza, y en otras con argucias legales sin fundamento real.
